Refrescando el Verano del Peru

Domingo de Ramos con Maria 2018

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Domingo de palmas con Maria 2018

sábado, 18 de diciembre de 2010

LA TRADICION DEL NIÑO MANUELITO



LA TRADICION DEL NIÑO MANUELITO





Las crónicas dicen que por el siglo XVII los clérigos españoles, repetían las palabras del profeta Isaí¬as para alabar un nombre que a los indios nativos les sonó bien extraño: Enmanuel. Los párrocos les explicaron que este apelativo quería decir en realidad Dios con nosotros Luego los habitantes del Cusco empezaron a llamar al Mesías con el nombre de Manuel. Era el inicio de un tradición que hoy prevalece a pesar del paso de los siglos.
Además, en Qoyllur Ritti que es una peña ubicada en Sinanqara, en el distrito de Ocongate, provincia de Quispichanchis, departamento de Cusco, a una altura cercana a los 5.000 m.s.n.m. La tradición ubica el mito de la década de 1780, cuando se le aparecía a un niño pastor quechua otro niño blanco y rubio que representaba a Jesús.
Según la tradición, el pastorcillo Marianito Mayta, cansado de los abusos de su padre y de su hermano mayor, decide huir de su estancia, cercana al pueblo de Mahuayani. Caminando por esos parajes de nieve y desolación se encontró con Manuelito, un niño de su misma edad, rubio y muy hermoso, que hablaba quechua igual que él y con quien entabló amistad. Ambos jugaban y cuidaban de los animales y se contaban sus penas en la soledad de las punas.
Un buen día el padre fue a revisar la labor de su hijo y se llevó una gran sorpresa. Comprobó que el ganado que cuidaba Marianito se había multiplicado y estaba más robusto, por lo que decidió premiar con ropas nuevas a su hijo y a su nuevo amigo, pero las telas de la ropa del amiguito eran tan finas que parecí¬an extraídas del ajuar del obispo de Cusco o de las vestiduras de los santos de madera de la Catedral



Al tomar conocimiento de esta situación, el obispo de Cusco, de apellido Moscoso, temió que aquel trozo de tela fuese parte de un ornamento sagrado obtenido sacrílegamente y dispuso que el párroco de Ocongate, Pedro de Landa, indagara su procedencia, convocando a las autoridades y vecinos para averiguar lo que ocurrí¬a.
Todos subieron desde el pueblo hasta el nevado donde se encontraban los niños, pero al acercarse, una luz blanca y resplandeciente los cegó. A tientas, el sacerdote que encabezaba el grupo trató de tomar al niño y con gran sorpresa percibió que tocaba un cuerpo duro. Se trataba de un árbol de Tayanka del que pendí¬a el cuerpo de Jesús, sangrante y con los ojos mirando al cielo. En ese momento el pequeño Mariano murió instantáneamente, como fulminado por un rayo. Su cuerpo fue sepultado al pie de un gran peñasco del monte Sinakara.
La leyenda señala que la imagen del señor de Qoyllur Ritti apareció en el acto sobre la roca en la que el pequeño estaba enterrado. Desde entonces la zona se convirtió en centro de peregrinación.



Actualmente hay una variedad de imágenes del niño Manuelito y son presentadas en Cusco en la tradicional fiesta del “Santuranticuy” con rasgos propios como las mejillas rojizas y trajes de la región. Una de las más populares representaciones es “El Manuelito de la espina” .


http://www.vereau.org/index.php/2004/12/la-tradicion-del-nino-manuelito/


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Niño Manuelito en el Cusco

En la etapa colonial los curas doctrineros que evangelizaban en el Cusco alababan al niño Jesús llamándolo "Enmanuel" (Dios con nosotros). Desde entonces los católicos cusqueños reconstruyen el pesebre de Belén y veneran a "Enmanuelito" o "Niño Manuelito".


FOTOS DEL NIÑO MANUELITO



Foto: Javier Scobar (Flickr).


Foto: Javier Scobar (Flickr).


Foto: Charlotte Arteaga (Flickr


Foto: Azulejo620 (Flickr).


http://amautacuna.blogspot.com/2009/12/fotos-del-nino-manuelito.html




Feria Navideña en el Cusco
La celebración mundial de la navidad en el Cusco adquiere contornos especiales, pues en torno a ella hay diversas actividades. La ciudad vive un ambiente festivo con el arreglo de los balcones del Centro Monumental, con luces, guirnaldas y motivos navideños. La Municipalidad desde los primeros días del mes de diciembre coloca hermosas alegorías luminosas que alegran las noches de la ciudad.Cada 24 de diciembre, en la Plaza Mayor realizamos la feria más grande de arte popular y costumbrista del Perú: La feria del Santurantikuy, donde centenares de artesanos provenientes de distintos lugares del Cusco y de otras regiones del país, exponen hermosos y originales trabajos fruto de su espíritu creador a lo largo del año y los cuales adornarán los nacimientos de hogares e instituciones. El Niño Manuelito es el personaje central de la fiesta de la navidad en Cusco.Actualmente, la feria de arte popular Santurantikuy es organizada por la Municipalidad de Cusco, dándole un ordenamiento y sentido funcional con espacios debidamente señalizados y delimitados por especialidades, siendo éstas:
Cerámica Decorativa- Imaginería -Trabajos en Madera y corteza de árboles -Miniaturas y filigranas -Cerería Artística -Alto Relieve -Platería -Trabajos en Piedra -Trabajos en cuero Escultura -Pinturas de la Escuela Cusqueña -Niños Manuelitos -Trabajos en Flores Secas
http://qosqo.info/nino-manuelito

Santurantikuy

En el Cusco, el 24 de diciembre, día de Santurantikuy (feria de los Santitos)...


La feria de los santitos
El Niño Dios genera cientos de empleos en el Cusco. Cada año pone a trabajar a más de cien familias. Artistas populares, artesanos, amas de casa, costureras, bordadoras, tejedores, carpinteros, hojalateros y ceramistas preparan sus obras durante meses para un solo día. El 24 de diciembre, antes de que amanezca, sus puestos están armados en la gran plaza emperadora. El famoso imaginero Antonio Olave cuenta que en su juventud, cuando viajaba con su hermano desde Paucartambo, dormían en el sitio que habían elegido en los portales. Era para no dejarse ganar...

[...] Los Cusqueños acostumbran « hacer nacer al Niño » y buscan en el Santurantikuy, la feria de imágenes, cuanto necesitan para el arreglo de sus pesebres, belenes o portales. Encuentran desde ramas de eucalipto, molle, quewña, helechos, cardos y achupallas, hasta pastores y una gran variedad de figuras bíblicas y andinas. Por supuesto que los imagineros del Niño Dios son los más vistos, porque los presentan en varios tamaños, con los brazos abiertos, dormido sobre un bracito, llorando porque se le clavó una espina por correr en los campos, luciendo trajes de terciopelo bordado, de tela encolada y policromada. [...]
Sacado del artículo de Alfonsina Barrionuevo, publicado en el diario “El Comercio”, 23/12/2002