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sábado, 5 de mayo de 2012

Homilia del V Domingo de Pascua - B - 2012

Alrededor de tu mesa brota la alegría

V Domingo de Pascua - B 

" Con Dios todo es posible, sin Él, nada "

Escrito por: Padre Javier San Martin SJ

Domingo 06 de mayo 2012 San Juan 15, 1 al 8

Estimados amigos: Bienvenidos a nuestra cita dominical.Que la Paz del Señor sea con todos Ustedes.

Hoy la Iglesia celebra el quinto domingo de Pascua y presenta para nuestra reflexión y comentario una de las enseñanzas centrales de la misión pastoral: “Sin mí no podéis hacer nada” dice el Señor.

Este es el gran desafío de la vida apostólica que no siempre se tiene en cuenta.

* Quinto Domingo de Pascua: Porque cuando uno se compromete al servicio de la Iglesia, siente el deseo de realizar muchas cosas, especialmente cuando se trata de personas imaginativas y creativas. 

Los planes y proyectos se sobreponen unos a otros. Y cuando uno lleva adelante un proyecto, pone en él gran parte de su vida. Podemos decir que se pone él mismo en el proyecto, y por tanto lo considera como algo propio. Y por eso muchas veces, de una manera espontánea y aun inconsciente, exige la alabanza y el aplauso por el trabajo que realiza. Miren, esta es mi obra, yo la he hecho. Y en cada aplauso a la obra, él siente que lo están aplaudiendo a él mismo. Busca ser aplaudido, reconocido por la gente. Sin mi, piensa, esto no se hubiera hecho. Sí, en parte es verdad, porque lo que cada uno hace, es prácticamente irrepetible, nadie lo haría como yo. Pero en los trabajos de pastoral, en los que el objetivo es hacer que la gente viva el evangelio, la cosa es diferente. Ya que no podemos atribuirnos a nosotros mismos el éxito de esos trabajos. “Sin mi nada podéis hacer” dice el Señor. Sin la actuación directa del Espíritu Santo, ¿quién podría hacer que una persona se convierta, que una vida se encamine por las sendas difíciles del Evangelio? Por más perfecto y preparado que uno sea, de nada servirá mi trabajo si Dios no actúa en él.

Debemos, pues, tener bien claro, que en el trabajo de pastoral nada se puede realizar sin la intervención de Dios. Y esto, lejos de disminuir el mérito al agente de pastoral, es su gran consuelo. Porque el objetivo que se pretende es muy grande. Es decir, no se buscan metas comerciales o ideológicas. No queremos que la gente beba esta bebida o esta otra, o que se inscriba a este partido o a este otro. Buscamos que en cada persona, en cada pueblo, brille la luz del evangelio, que la persona reoriente su propia vida y la encamine por la estrecha senda de su salvación.

Y, qué cosa más grande puede haber que colaborar para este fin, bien sabiendo que por más malabares que hagamos, por más perfecta que sea nuestra obra, nosotros solos, jamás lo lograremos.

De aquí, entonces, que es un error gloriarnos de nuestros trabajos y esfuerzos personales. Pero con qué dolor veo muchas veces en la Iglesia a agentes pastorales que se creen los héroes, que se miran a sí mismos y piensan que están haciendo maravillas y miran con cierto desdén a los otros a quienes consideran de menor categoría, y que no poseen las cualidades que él posee. Son personas tan centradas en sí mismas que cuando uno se acerca a ellas se siente el olor de su arrogancia y vanidad pero, lamentablemente, no se siente el aroma de Dios.

Son personas con cualidades, pero sin Dios. Qué pena, que una persona así, aun consagrada en la Iglesia, haya olvidado, o no tenga en cuenta, la palabra del Señor: “Sin mi, nada podéis hacer”.

Son personas que no están unidas a la fuente, sino a sí mismos, y por eso necesitan que se les alabe, se les mire, se les reconozca como gente importante. Necesitan que la gente admire las grandes cualidades que ellos creen poseer. Y esto lo vemos y sentimos en no pocos casos, personales y grupales.

Hay organizaciones en la IGLESIA que se vuelven estériles, porque los que la conducen están colmados de sí mismos y vacíos de Dios. Qué responsabilidad tan grande hacer que una estructura para dar gloria a Dios, este vacía de Dios.

Amigos, el éxito de nuestro trabajo pastoral no es un éxito personal, sino un éxito de Dios. No es causa de alabanza personal, sino de alabanza a Dios.

Amigos, Dejemos que Dios actúe a través de nuestras pobres estructuras y personas. No seamos ingenuos de venir a la Iglesia para lucirnos y exigir ser reconocidos y aplaudidos.

Venimos a la Iglesia para encender los corazones en el amor del Señor, para hacer brillar su amor. Si queremos que nuestras personas brillen, nos hemos equivocado de lugar. “Si permanecen en mí y mis palabras permanecen en ustedes, pedirán lo que deseen y se realizará.” Esta es la manera de llegar a ser eficaz y de hacer maravillas en la Iglesia y en el mundo.

Por eso Señor, hoy te pido que hagas de nosotros canales, mediadores que hagamos llegar a ti los dolores y súplicas de los hombres, y a ellos tus bendiciones y milagros.
Sabemos Señor, que tu estas deseando hacer milagros en medio de nosotros como los hiciste en tu tiempo.
Pero no queremos ser obstáculo con nuestra arrogancia.
Queremos actuar convencidos que sin ti nada podremos hacer.

Este es el desafío que nos presenta el evangelio de esta semana.

Y ahora viene lo más importante

Y así terminamos la breve reflexión sobre el Evangelio del Domingo.

Pero ahora viene lo más importante: tu encuentro personal con el Señor Jesús.

 Toma el evangelio en tus manos, San Juan Capitulo 15 versículos 1 al 8 y escucha lo que el mismo Señor te quiere comunicar. Quédate pues ahora a solas con El. ¡Y nos despedimos hasta el próximo domingo.

Y que empiece a la brotar la alegria alrededor de tu mesa. Por que continuamos en Tiempo de Pascua.

Escrito por: Padre Javier San Martin SJ http://faculty.shc.edu/jsanmartin//-quinto-domingo-de-pascua-con-dios-todo-es-posible-sin-el-nada/
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